A Selva la encontraron a finales de julio en una cuneta, muy lejos de cualquier sitio.
Nos llamaron porque la habían visto, y estuvimos horas buscándola hasta que dimos con ella. Estaba tirada entre unas zarzas y no era capaz de levantarse. Además, estaba muy asustada.
Enseguida la llevamos al veterinario, ya que vimos que sus ojos tenían un aspecto terrible. Además de tener un montón de espigas clavadas, no tenía muy mala pinta en general. El mayor problema era ése: sus ojos.
Al principio parecía tener cura, ya que sólo se le veía una inflamación del tercer párpado en ambos ojos. Al profundizar, las veterinarias vieron lo siguiente: su ojo izquierdo está totalmente atrofiado y el derecho tiene una ceguera total. Conclusión: la perrita está totalmente ciega.
También comprobamos que tenía chip, aunque de poco ha servido. No hemos tenido manera de contactar con su supuesto dueño, así que nos la quedaremos por el momento. Tampoco parece que nadie la eche de menos, ya que su estado era lamentable. Parecía que la hubiesen abandonado allí, sabiendo que la pobre no podría defenderse sola.
Pensábamos que Selva no podría quedarse en el albergue, no podría tener una vida agradable teniendo en cuenta su circunstancia; nos equivocamos. Selva parece defenderse muy bien allí. Cuando no hay nadie en el albergue, Selva queda guardada en un cuarto bien grande, donde tiene menos riesgo a chocarse contra la paredes y sufrir ansiedad. El resto del tiempo, sale de su cuarto y pasea despacito por el recinto, chocándose de vez en cuando pero defendiéndose a la perfección. El resto de perros la respetan y no le hacen nada, y ella es una buenaza.
Lo que es más impresionante y esperanzador es su comportamiento con nosotros. Cuando nos encuentra, no se separa en ningún momento y pide mimos a toda costa. Además, si la llamamos, poquito a poco, consigue dar con nosotros. Es decir, se guía totalmente por el sonido de nuestras voces; toda una campeona.
A pesar de lo bien que se ha adaptado, esta perrita no tiene que estar en el albergue. Necesita un hogar y unos papis que la enseñen a moverse con tranquilidad. Necesita unas voces por las que guiarse siempre y unas manos siempre dispuestas a enseñarle el camino. Es una luchadora, preciosa y encantadora.
Para adoptarla o apadrinarla: 677 687 772 aatcsahagun@gmail.com